Los cambiadores de árboles comenzaron a dar la fruta tropical a amigos y familiares para que la probaran, incluido un amigo que estaba en tratamiento de quimioterapia para la leucemia.

«Su esposa lo grabó en video cuando tuvo la primera baya y su comentario fue, ‘esto es increíble’ y desde allí comenzó a ir a restaurantes todas las noches.

La fruta milagrosa contiene la glicoproteína miraculina, que se une a las células receptoras dulces en papilas gustativas, haciendo que los alimentos ácidos, ácidos o amargos tengan un sabor dulce

Chris Beckwith y su compañera Karen Pereira descubrieron la calidad única de la fruta cuando encontraron un arbusto de bayas milagrosas en su propiedad en Daintree Rainforest, poco después de mudarse allí desde Sydney hace unos años.